13 agosto, 2025
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El concurso de música tradicional en Arequipa enfrenta críticas por desorganización y favoritismos en la elección de ganadores, opacando la celebración del aniversario.

La Plaza de Armas, supuesto escenario de celebración durante la final de los Concursos de Música Arequipeña 2025, se vio empañada por una serie de irregularidades y descontento entre participantes y asistentes. A pesar de ser organizado por la Municipalidad Provincial de Arequipa como parte del 485 aniversario de la ciudad, el evento dejó mucho que desear en términos de transparencia y equidad.

En las tres categorías —XIX Concurso de Yaraví, IX Concurso de Pampeña y IX Concurso de Vals Arequipeño—, varios participantes denunciaron falta de claridad en los criterios de evaluación y un posible favoritismo hacia ciertos artistas. Aunque se promovió como un homenaje al folclore local, muchos consideran que el jurado priorizó obras con poca conexión auténtica con la tradición musical arequipeña.

Los ganadores de esta edición, lejos de ser celebrados, generaron escepticismo:

XIX Concurso de Yaraví

Rafael Toledo Dávila – “Flor preciosa” – 255 puntos
Gonzalo Medina Solano – “Mi retiro” – 235 puntos
Sergio Chirinos Espinoza – “Corazón herido” – 227 puntos

IX Concurso de Pampeña

Lino Rubén Tinoco Esquicha – “Mi lonqq’uita de Characato” – 244 puntos
Dillman Begazo Maica – “Qué linda es mi tierra” – 235 puntos
Ricardo Machicado Angles – “Cantemos, bailemos” – 227 puntos

IX Concurso de Vals Arequipeño

José Luis Enríquez Portugal – “Arequipa, Patrimonio Cultural” – 265 puntos
Jaime Eduardo Gonzales Chiri – “Volveré” – 255 puntos
Lucía Grundy Postigo – “Arequipeñita” – 236 puntos

El jurado especializado, cuya imparcialidad fue cuestionada, evaluó aspectos como originalidad y apego al estilo tradicional, pero varios asistentes señalaron inconsistencias en las puntuaciones. Los premios en efectivo —S/ 4000 para los primeros puestos, S/ 2000 para segundos y S/ 1000 para terceros— no lograron calmar el malestar, especialmente porque los ganadores tendrán presentaciones exclusivas en eventos municipales, lo que alimentó acusaciones de clientelismo cultural.

Lejos de «reafirmar el compromiso con la música tradicional», como anunció la Municipalidad, el concurso dejó en evidencia una gestión deficiente y una oportunidad perdida para apoyar genuinamente a los artistas locales.