
El mosquito Aedes aegypti, vector de virus como dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla, está penetrando en comunidades remotas de la Amazonía peruana donde no existían reportes previos de su presencia. Esta invasión representa una grave amenaza para la salud de poblaciones que tradicionalmente enfrentan severas carencias sanitarias y acceso limitado a servicios médicos.
Un estudio publicado en Plos Neglected Tropical Diseases encontró el mosquito en 29 de 30 localidades rurales muestreadas en las áreas de Iquitos, Yurimaguas y Pucallpa. La investigación reveló que los mosquitos adultos se encuentran con mayor frecuencia en casas cercanas a puertos fluviales, lo que sugiere que utilizan las embarcaciones para viajar largas distancias a pesar de su capacidad de vuelo limitada.
Kara Fikrig, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad de Cornell, señaló que las nuevas invasiones ocurren principalmente cuando hembras adultas vuelan desde los barcos para poner huevos en las casas más cercanas y luego se desplazan tierra adentro progresivamente. El sitio más lejano donde se detectó el vector estuvo a 266 km de Iquitos.
La bióloga Palmira Ventosilla, con más de 30 años estudiando el Aedes aegypti, advirtió que una vez que el mosquito entra en una zona, su establecimiento es casi inevitable si las personas almacenan agua en depósitos sin protección. Cada hembra puede poner hasta cien huevos, con tasas de eclosión del 80-90%, lo que permite una proliferación rápida en apenas cinco días.
La situación es particularmente preocupante por las precarias condiciones del sistema de salud en la Amazonía peruana. Muchas comunidades solo cuentan con puestos de salud básicos, carecen de medicamentos y no pueden diagnosticar o manejar enfermedades graves como el dengue hemorrágico. Algunas no tienen ningún puesto de salud, requiriendo hasta 18 horas de viaje para llegar a un médico.
Cesar Munayco Escate, director general del CDC-Perú, confirmó que se están encontrando nuevas zonas de infestación, incluso en altitudes de 2.700 metros sobre el nivel del mar, donde antes no prosperaba. Atribuyó este fenómeno a una combinación de cambio climático y las condiciones de vida de la población, donde el 73% de los peruanos no recibe agua las 24 horas con adecuados niveles de cloro, obligándolos a almacenarla en condiciones propicias para el mosquito.