
El recién presentado Plan Chapi 2025 por la municipalidad provincial de Arequipa no hace más que poner de relieve la grave incompetencia de las autoridades en lo que respecta a la seguridad ciudadana. Aunque se pretende reforzar la seguridad durante la peregrinación al Santuario de la Virgen de Chapi, la iniciativa parece ser una mera ventana de desigualdad frente a la realidad de miles de peregrinos que podrán verse expuestos a situaciones de emergencia sin el respaldo necesario.
El Crnl. (r) Wilder Rodríguez Arapa, gerente de Seguridad Ciudadana, ha anunciado que se desplegarán un limitado contingente de 40 efectivos de serenazgo, 10 paramédicos y algunos vehículos en días críticos, sin embargo, esto resulta insuficiente dado el número de personas que asisten. El hecho de que solo se desplieguen unos pocos agentes en los puntos más críticos evidencia una falta de visión estratégica por parte de las autoridades.
El año pasado, se reportaron cerca de 1,000 atenciones por caídas y deshidrataciones, lo que pone en duda la eficacia del sistema de salud durante la peregrinación. A pesar de las coordinaciones con distritos aledaños, la ausencia de un plan robusto y proactivo indica que aún los esfuerzos de Serenazgo sin Fronteras no son suficientes para atender las emergencias debidamente.
Rodríguez Arapa ha instado a la población a seguir las recomendaciones de las autoridades, pero ante la falta de comunicación efectiva y los escasos recursos puestos a disposición, estas orientaciones parecen ser ninguna garantía para un tránsito seguro. La preocupación persiste entre los ciudadanos, quienes no pueden confiar en un plan que parece más un formato de propaganda que una respuesta real a los problemas de seguridad.