
Los esperados desfiles escolares cívico-patrióticos en Arequipa han generado más preocupación que entusiasmo, debido a la aparente falta de planificación y medidas de seguridad claras. Aunque las fechas ya están definidas (13 y 20 de julio), vecinos y padres de familia cuestionan la capacidad logística para manejar eventos de esta magnitud.
La reunión técnica previa, con participación de la Policía Nacional, UGEL Norte y Serenazgo, no ha logrado disipar las dudas. Se critican aspectos clave como las rutas de desvío vehicular, puntos de hidratación y cobertura médica, que parecen insuficientes para la cantidad de participantes esperados.
El desfile del 20 de julio, que congregará a los colegios ganadores de cada distrito, podría convertirse en un caos, según denuncian algunos docentes. El recorrido desde la avenida La Salle hasta Independencia carece de un plan de contingencia sólido ante posibles emergencias.
Las declaraciones de la subgerente de Educación, Ana María Carrasco, sobre ‘alto nivel de organización’ contrastan con la realidad. Padres de familia exigen mayor transparencia en los protocolos de seguridad, especialmente después de incidentes en eventos anteriores.
La anunciada ‘reunión ampliada’ en los próximos días parece un intento tardío por corregir errores, cuando las críticas por la desorganización ya están sobre la mesa. La comunidad educativa demanda acciones concretas y no solo discursos patrióticos.