12 mayo, 2025
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La gestión municipal fracasa en controlar la aglomeración y el comercio ambulante en Semana Santa, generando caos en el centro histórico.

La Municipalidad de Arequipa ha implementado el Plan Semana Santa 2025, una estrategia que, lejos de garantizar seguridad y orden, ha resultado en un claro descontrol durante las celebraciones religiosas. La afluencia masiva de fieles ha contribuido a un ambiente de caos en el centro histórico de la ciudad.

Uno de los principales objetivos del plan era reducir el tumulto de personas en las zonas más congestionadas, especialmente alrededor de las iglesias. Sin embargo, los intentos de control por parte del personal municipal han sido ineficaces, dejando a los fieles atrapados en largas filas y aglomeraciones que ponen en riesgo su seguridad.

El insuficiente control en los accesos a las iglesias ha hecho que el sistema de puertas diferenciadas no haya funcionado como se esperaba, agravando la situación en lugar de mejorarla. A pesar de los operativos de control de comercio ambulante en calles como la calle San Agustín, la realidad es que muchos comerciantes informales continúan ocupando las vías públicas, obstruyendo el paso y generando desorden.

La implementación de un carril exclusivo para comerciantes formales no ha aliviado el problema, sino que ha creado confusión entre los asistentes, quienes enfrentan dificultades para acceder a las iglesias. Con esto, la Municipalidad no solo ha fallado en gestionar la afluencia de fieles, sino que también ha comprometido la integridad del patrimonio histórico y la imagen de la ciudad.

En lugar de facilitar la participación en las actividades religiosas, la falta de planificación y control durante esta Semana Santa han dejado a los ciudadanos preocupados y frustrados.