La Municipalidad de Arequipa ha comenzado la instalación de 200 contenedores de alta capacidad en diversos puntos del Cercado, pero esta medida parece ser un intento fallido de controlar el creciente problema de la basura en las calles. A pesar de esta iniciativa, los ciudadanos continúan arrojando desechos en la vía pública, lo que evidencia una falta de compromiso con la limpieza de la ciudad.
Los nuevos contenedores, que tienen una capacidad de 1,100 litros y están fabricados en polietileno de alta densidad, se distribuirán de manera desigual: 65 en el Centro Histórico y 135 en urbanizaciones periféricas. Sin embargo, su instalación se está enfocando únicamente en 31 puntos críticos, dejando de lado muchas otras áreas necesitadas, lo que suscita dudas sobre la eficacia real de esta acción ante la acumulación de basura en lugares estratégicos como el mercado San Camilo.
A pesar de que la colocación de estos contenedores se extenderá hasta este viernes, la situación actual de la ciudad sigue siendo precaria. Hoy, los trabajos se concentraron en Umacollo, Vallecito y San Lázaro, pero esto no garantiza una solución duradera al problema de la basura.
La situación es alarmante, ya que la municipalidad recolecta diariamente un promedio de 80 toneladas de residuos sólidos, pero es evidente que la estrategia de limpieza es ineficaz. El servicio de recogida de basura opera en tres turnos con un equipo de 223 trabajadores, lo que resalta la magnitud del problema.
Por si fuera poco, las multas estipuladas en el Reglamento de Aplicación de Sanciones Administrativas no parecen disuadir a los infractores, ya que la falta de conciencia ciudadana persiste. Por depositar residuos en la vía pública, las sanciones pueden llegar a ser del 100% de la UIT para centros comerciales, lo cual es un indicativo de que las medidas punitivas no están funcionando como se esperaba.
