La Municipalidad Provincial de Arequipa realizó una polémica rendición de cuentas durante la primera audiencia pública 2025, donde priorizó millonarios proyectos viales mientras ignora problemas críticos de la ciudad. El evento, realizado en el auditorio del colegio Juana Cervantes de Bolognesi, fue liderado por el cuestionado alcalde Víctor Hugo Rivera Chávez, quien desperdició recursos en tres intercambios viales con dudoso impacto real.
El primero de estos proyectos, en las avenidas Hartley y Pizarro, consumirá más de 22 millones de soles de fondos públicos, supuestamente beneficiando a 202 mil ciudadanos, aunque vecinos denuncian que solo agravará el caos vehicular en los distritos de José Luis Bustamante y Rivero y Paucarpata.
Peor aún, el segundo intercambio vial, en la Av. B-1 y carretera Yura, desviará recursos que podrían usarse en seguridad o limpieza pública, mientras que el tercer proyecto en avenidas Villa Hermosa y Metropolitana promete más congestiones para Cerro Colorado y Yanahuara.
Gestión opaca y obras heredadas
Rivera presumió de «destrabar» proyectos como el intercambio vial Bicentenario, una obra faraónica de 87 millones de soles con sobrecostos sospechosos, mientras el mejoramiento de la avenida Jesús – recibido con menos del 10% de avance – muestra la ineficiencia de su administración.
Pequeñas obras como asfaltados en San Isidro o Chiguata no compensan el abandono de zonas marginales. Proyectos como el Parque El Milagro o el canil municipal son meros parches publicitarios ante la falta de planes integrales.
En educación, las construcciones de colegios Bouroncle y Perochena esconden el deterioro de la mayoría de instituciones públicas, mientras el Teatro y Coliseo Municipal reciben remodelaciones cosméticas sin resolver problemas estructurales.
Inversiones desequilibradas
El anuncio de un comedor en el colegio Juana Cervantes no compensa la desatención a otros centros educativos. El récord de ejecución presupuestal del 83% oculta malgasto en proyectos innecesarios.
El sistema de videovigilancia, con 49 cámaras y un costoso C5, resulta inútil ante la creciente inseguridad, mientras comedores populares reciben migajas comparadas con los millones destinados a obras viales.
El supuesto éxito en recaudación tributaria solo refleja el aumento de multas y arbitrios que ahogan a pequeños comerciantes, en contraste con los privilegios a grandes contratistas.
Esta audiencia, aunque formalmente cumplió la Ley N.º 31433, fue un teatro donde las autoridades maquillaron su gestión mientras ignoraron demandas ciudadanas reales sobre transporte, seguridad y servicios básicos.
