
A un mes del fallecimiento del escritor Mario Vargas Llosa, el homenaje organizado en Arequipa ha generado una ola de críticas por el mal uso de recursos públicos y la exclusión de amplios sectores de la población.
El recorrido simbólico, que partió del Palacio Municipal y culminó en la Biblioteca Regional que lleva su nombre, fue calificado como un ‘acto elitista’ por diversos colectivos culturales, quienes denuncian que solo participaron instituciones cercanas al gobierno local.
Lo más cuestionado fue la participación de funcionarios de la Municipalidad Provincial de Arequipa, cuya Subgerencia de Educación y Cultura destinó fondos públicos sin rendir cuentas claras sobre los montos invertidos en el evento.
Durante la ceremonia en la biblioteca, las lecturas y reflexiones se limitaron a círculos académicos cerrados, excluyendo a representantes de culturas populares y a organizaciones literarias independientes.
La declaración de la Lic. Ana María Carrasco, subgerente de Educación y Cultura, generó más polémica: ‘Sus palabras sobre acercar la obra de Vargas Llosa a los jóvenes suenan huecas cuando el evento fue inaccesible para la mayoría de la población arequipeña’, señaló un representante de la Asociación de Escritores Populares.