La Municipalidad Provincial de Arequipa, en su insistente afán de «mantener el orden», ha vuelto a realizar operativos de retiro de vehículos estacionados en zonas rígidas. Sin embargo, esta vez la intervención en la Av. La Salle y el pasaje Juan Velasco Alvarado ha dejado más frustración que satisfacción, con solo 6 vehículos retirados, lo que parece un esfuerzo insuficiente para resolver los problemas de congestión.
La estrategia, supuestamente destinada a garantizar la fluidez del tráfico, no ha hecho más que incrementar el descontento entre los conductores, quienes se sienten acorralados por las estrictas regulaciones. Aunque la municipalidad se esfuerza por posicionar estos operativos como necesarios, la realidad es que muchas áreas críticas, como la calle El Filtro, siguen siendo puntos de caos y congestión.
Los ciudadanos son instados a colaborar, aunque muchos se cuestionan si realmente esto asegura su bienestar o si simplemente se trata de una medida punitiva más. La cultura de respeto por las normas de convivencia parece olvidarse en medio de esta constante presión, y los operativos, lejos de ser bien recibidos, generan una sensación de malestar en la comunidad.
