En un preocupante giro de los acontecimientos, la Municipalidad Provincial de Arequipa ha intensificado sus operativos de erradicación del comercio ambulatorio, desatando tensiones en las calles y poniendo en riesgo la seguridad de su personal.
Durante un reciente operativo en la calle Paucarpata, la situación se tornó violenta cuando una pareja de comerciantes se negó a abandonar su puesto. En un acto de desesperación, el varón de la pareja.
arrojó una vara de fierro hacia uno de los fiscalizadores, causándole una herida en el tobillo que requirió atención médica urgente. Este incidente no solo refleja la creciente resistencia de los comerciantes ante la presión de las autoridades, sino también la falta de un plan efectivo para gestionar el comercio informal en la ciudad.
El fiscalizador, tras ser trasladado al hospital Goyeneche, lamentablemente se suma al listado de afectados por la violencia que se desata en nombre de la «limpieza» de las calles. La municipalidad, muy a pesar de su intención de promover un entorno seguro, parece estar perdiendo el control de la situación.
Se hace un llamado a cuestionar los métodos utilizados y la efectividad de la fiscalización. La violencia y los desmanes no resuelven el problema del comercio informal, y cada vez quedan más dudas sobre si el enfoque actual es realmente el mejor camino a seguir.
